Dicen que a un lecho de paja,
de los tiranos perseguido,
ha llegado un principito sin oro y sin espada,
pero de corazón encendido.
Dicen que la cuna es un pesebre,
protegido en una cueva,
y aunque en cambio de ricas
telas del lejano Oriente,
lo viste la bella humildad,
ya esta dispuesto por eso en el cielo,
que el llegado,
sea para la humanidad,
de las almas...soberana majestad.
Aleluya...aleluya...
las trompetas estan sonando.
Se desnuda el amor y la felicidad...
y la existencia se hace luz...
en el misterio de la Navidad.
Se para el tiempo,
en la serenidad del azul...
y el arcangel Gabriel anuncia a Maria,
como bendita mujer...
...y es la plenitud de infinitas madres...
con sus partos mas deseables.
Vienen desde lugares lejanos
con sus regalos
principales soberanos.
Y los sencillos campesinos,
rodeando al pesebre,
sienten nueva devoción,
luminosa y enigmatica,
de tierna adoración.
¡Los pastores pobres se arrodillan ante el rey!
Es el momento
en que la luz del Sol se asoma,
y aparece como eterno,
el amor del pequeño redentor...
tal cual la palabra de los profetas del señor.
Las vides estan creciendo...
Los olivos fabrican su sabor...
Entonan los angeles su canción...
y suenan campanas en el corazón...
Ha nacido en un pesebre un rey
sin oro y sin espada...
...con buenaventura y devoción...
...sin odio y sin rencor...
...¡ El es todo amor!...
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