Me he sentado a contemplar los retratos que pintaste
en esta vida al pasar
Madre de mi alma mi corazón te extraña
mis brazos te anhelan mi sonrisa se a perdido entre claveles y rosetas
Que perfuman de angustia a mi cielo al no tenerte cerca.
Me he sentado a contemplar tu alcoba, tus cuadros, tus cajitas tus monedas
pequeñitos detalles que antes jamás veía, respiro y aun huelo tu ser en ella
Me siento en tu cama lloro y lloro, y la razón se me quiebra
no comprende q te has ido que tu imagen se esfuma en ella.
Te pienso cada minuto de mis días te hablo
te sueño te grito! te llamo! madre mía
No me dejes!
no te vayas! no me abandones!, soy una niña sin mundo
sin rejas sin pradera sin techo sin rumbo sin ti.
Ave fui madre mía a tu lado, por volar siempre de un sitio a otro
me fui de pequeña de tu nido, pero tu calor en mi continuamente estuvo
mi vuelo fue siempre rapaz y sobre el piso por que tu así me enseñaste
me dijiste que los golpes no serian tan duros si sobre la tierra volaba
con mis alas y con los pensamiento.
El volar lejos de ti no me quito tu amor ni tu cuidado
me diste plena libertad e instrucciones para mi planeo
y cada que mi pies tocaban el suelo
tus alas me cobijaban, me contenían, me acu curraban
cuan paloma a su pichón.
Tengo alas madre mía y vuelo como tú me enseñaste
pero de que me sirven esos vuelos si hoy no puedo alcanzarte.
He llegado sin aire congelada por el orbe,
y las crueles nubes gordas que mi vuelo interrumpía,
te juro!! madre mía que fui lo más alto que podía
pero aun sin suspiro no pude dar con tu sonrisa
me dijeron que vuele más alto!
pero mis alas se rompieron y caí de sopetón estrellándome contra el suelo.
Mire con lágrimas el celeste e inalcanzable cielo
y jure que al curarse mis alas lo intentaría de nuevo
pues quiero llegar a ti aunque pierda la vida en el intento.