Poema: Entrega
Soledad Mar y Cielo
Se nublaron los cielos de mis ojos,
Era un jardín de nardos, rosas
y mirtos rojos,
Como una paloma sucumbí a la entrega.
Mis senos estaban erectos, cual
pistilo de un alcatraz,
Estaban fragantes al sucumbir,
Insistiendo que abriera la puerta.
Palpitando mis hinojos.
Te ofrecí generosa
mis ardientes labios,
tu aguda lengua como fino dardo,
Vibraba en medio de mis dientes.
Yo dócil, mustia como débil hoja
que gime cuando pasa el torbellino,
Gemí de placer y congoja…
Soledad Mar y Cielo
Derechos reservados
Con Manuel estrada M.
( Vange )