Cuando un niño sin guías
Ni ángel, ni protector
Se encuentra en alas de un ruiseñor
La muerte lo sigue sin piedad
Y a su ser lo llena de maldad,
Encontrando en el mundo su lugar
Y como por arte de magia
Acoge al mal que nos daña
Y la mano protectora faltante
Se vuele mortal e inquietante
Volviendo la inocencia odio irreal
Y aquel niño de luz encontró y se volvió
Maldad pura en verdad
Maldad pura en verdad
Poderosa e irreal