Si se rompe la cadena de cobre
y mi delirio de amor es cual fiebre,
no tengas lástima, no digas; pobre,
Es normal que el cántaro se quiebre.
No, no te compadezcas tú de mi,
ve, sigue tu camino caminante,
ten calma, esto fue lo que yo escogí,
y ya no veremos más adelante.
Por qué tendrá que verse con asombro,
que mi boca dulces frases no expresen,
que ahora no me apoye sobre su hombro,
y que sus dulces labios no me besen.
y si de pronto el cariño se ausenta,
sólo es momentáneo al fin de cuentas.