Debo pedirte disculpa
por las barbaridades
que te he dicho.
Sabes que el alcohol
me hace mal.
Salí a festejar
con los muchachos
el año, y me excedí.
Al llegar tan tarde
traté de no hacer
ruido para que
no te despertaras...
Pero tú no dormías,
despierta me esperaste...
Me dijiste atrocidades
igual que yo.
Reconozco que
no estuve bien,
tú tampoco...
Hacía mucho tiempo
que no nos reuníamos...
lo pasamos tan bien
que no tuve noción
de la hora.
Me enteré cuando
me la dijiste.
Vine feliz después
de haber pasado
una buena reunión
con mis amigos.
Llegué y comenzaste
a recriminarme tan
abruptamente, y yo
te respondí
de la misma manera.
Nos despellejamos la piel
con los insultos.
Te pido disculpa
por todo lo que te dije.
No estaba en mi
sano juicio.
Llegué borracho,
y tú me lo hacías notar
con hirientes palabras.
Llegué con muchos
deseos de amarte,
pero tú no me permitiste
ni siquierar te tocara.
Tenía olor a vino,
me decías...
claro, agua no
había bebido.
Sabes cómo son
estos encuentros...
Cuando te reúnes
con tus amigas
no vas a decirme
que toman gaseosa.
Ustedes también
le dan al alcohol.
Muchas veces yo en más
de una ocasión
aspiré alcohol
de tu boca.
Hagamos las paces, querida.
Comencemos nuevamente,
como si nada
hubiese sucedido.
Ya se me fue
el olor a alcohol....
Déjame besarte, cariño.
Comencemos nuevamente...
tengo muchos deseos
de amarte...
Derechos reservados de autor (Hugo Emilio Ocanto - 20/12/2013)