a ROSITA ALEJANDRINA
mi madre
Racimo de alas de cuatro pájaros.
Ojo de mi vida siempre despierto.
Saliva de mi boca antes que tuviera boca.
Instructora de ruta de mi alma.
Tejedora que te desvelas en greda para hacer el día.
Artesana de mi carne y arquitecta de mi vida.
Agua siempre cristalina para la sed del espíritu.
Laguna del desierto donde nadan mis piedras.
Espejo en la sala más oscura que siempre me regalara una sonrisa.
Jardín donde primero jugué respirando el aire de tu corazón.
Ángel guardiana de mis alas
Nube siempre dispuesta a tragarse un temporal.
Diurna y nocturna de auxilios.
Roca tierna que enfrenta las olas desbastadoras.
Imán donde siempre mi corazón va a llegar.
Novela de amor y de carne que sigue leyendo mi padre.
Alfarera de tu piel de tierra es mi esperanza.