EDUARDO FAUCHEUX

SI AQUÍ NO ME QUIEREN


SI AQUÍ NO ME QUIEREN

 

A veces,

el duro castigo

es no caerle bien a

alguien, por ser reflexivo.

Es dura pena, por no seguir

la manada, por dudar de todo,

por una mente siempre activada.

Yo muchas veces necesité de cariño

como adulto -y no solo como un niño-;

ese que me fue negado múltiples veces,

no en un solo día; en varios y con creces.

Pero, yo no desespero si aquí no me quieren

pues, no habiendo nadie, tampoco me hieren,

por eso, yo sospecho que Dios sostiene mi Vida,

dándome paz que, a veces, yo ya siento perdida.

Es que ya no me importa que aquí no me quieran,

pues quienes no me conocen, quizás ellos perdieran

una posibilidad de juntarse con alguien que hoy siente

cómo se pasa la Vida y cómo -tantos- no viven este Presente.

Cariños o quereres, que van y vienen, como lluvias de verano;

lazos que tienen, que sufrimos y otras gozamos, ¡tontos humanos!

Recordemos que nada es para siempre;

deberemos estar dispuestos,

sin lamentos o sin energías,

¡prestos! algún día a morir.

Ese cercano o lejano día,

nos hayan o no querido,

siendo (o no) recordados,

pues de eso se trató ¡VIVIR!

***

 

Eduardo Faucheux

20-12-2013