No pensé jamás que pudiera ver
El dolor del hombre, antes que doliera
Pero, ¿Quién pudiera avisar al alma?
¿Desplegar alarma, al deseo inquieto?...
Cada cual, en reto… en meta soñada
Desecha la nada y empieza a mirar…
¡Yo quiero encontrar alguien que lo vea!
¿Un amor deseas y el dolor te arrulla?
¿Lo sientes?... escucha, desde las fronteras
Del alma, las fieras que hacen el dolor
Gritan el amor que les fue quitado,
Cuando abandonado, el deseo… solo
Se exilió en los polos fríos, desolados
Lejos del Amado, en el corazón.
No existe razón para convencerme
Que puedo ver dentro de los corazones
Y no hay razones, nadie esperaría
Que una profecía, saliese de mi…
Una cosa así… nadie aceptaría
Pues no veo ruina, y tampoco fin…
Me descubro en ti… y es la profecía
(No lo llamaría así, por lo pronto
Es por demás tonto, creerse profeta)
Voy hacia la meta, al misterio innato…
¡Es lo más sensato, para un alma inquieta!.