Una mirada que dice mas de mil palabras;
una sonrisa que cautiva;
unos labios que expresan incesante alegria.
Tal vez sea el momento, producto de la tensión;
o tal vez sea, solo una simple ilusión.
Podría jurar que me necesitas;
y que en mí habita lo que en una mujer me confesaste que querías.
Tu valentía ya se ha desvanecido;
no eres el mismo hombre que creía que habías sido.
No tienes las agallas para expresar tus sentimientos;
tan solo indirectas, ilustrando el cobarde en que te has vuelto.
Mas amor incondicional juré ante el trono;
amor que en mi corazón, se encuentra encerrado muy en el fondo.
El punto en que me mantienes, similar a una cella;
no tengo intención de presionar, pero recuerda que por ti espera, la misma doncella.
- Diana Acosta