Amada mía, corazón de cristal;
lucida y transparente como el manantial,
eres mi reflejo, eres mi espejo,
me quedo contigo, de ti no me alejo.
Tu alma es como gotas de rocío,
serena, tranquila; llenando mi vacío,
llévame atado a tus alas, no me sueltes,
átame a tu recuerdo para que siempre me ames.
Tu corazón de cristal frágil y sensible
denota la delicadeza visible,
no dejaré heridas en tu corazón,
moriría, perdería la razón.
La dulzura brilla en tus ojitos de miel,
suaves y delicadas las caricias de tu piel,
el ser más sublime está en tus entrañas,
dime que me amas, dime que me extrañas.