El arpa sin tañer,
la mano que guardo tanto reposo,
y pudo sostener,
el ritmo melodioso,
hoy refleja silencio misterioso.
Armonía remota,
sólo queda en cuerdas envejecidas,
por la falta de notas
que al viento esparcidas
un día fueron fieles y sentidas.
Si aún en el silencio,
entre las noches de exaltado afán,
tu soledad presencio,
y en tristeza están
estos suspiros míos que a ti van.
Toca tu arpa cariño,
tócala que otra vez te quiero oír,
morena soy tu niño,
deja la nota salir,
porque me encanta verte sonreír.