Desde ese mundo sabio, antiguo y sorprendente
que algunos se empeñan en llamar nuevo mundo,
me haces llegar palabras dulces de consuelo.
Me gustaría oír como suenan con tu propia voz,
pienso que serán palabras melodiosas, como un bolero,
suaves como corresponde a un lugar sin invierno.
Maldigo a los conquistadores de espada y cañones,
con lo fácil que es ir investido de Amor y conquistar corazones,
que en vez de ir con casco y coraza, es mejor ir
con el alma abierta y sencillamente decir te quiero.
Hoy me presento derrotado ante ti con mis manos vacías
y declaro ante el mundo que me has conquistado,
que como caballero antiguo vestido de fiesta,
pongo amor en mis labios y beso tu mano.
FÉLIX