Alcibiades

Alejandrino cuando te nombro

Te nombro, mientras tu nombre rehúye mi grito,

entonces lo cubro de rosas y lo engalano,

lo visto de fiesta, y lo amo con un amor sano

hasta morir ciego de letras aislando mito.

 

Cada vez que pronuncio tu nombre hallo merito

las paredes me hablan mientras te pinta mi mano,

las estrellas claudican su lejanía arcano

sí, mis manos son los que te crearon bendito.

 

Te nombro y tu nombres es el nardo que florece,

se hace llena tu mejillas de rosa y apetece,

tu frente es nido de besos te acuno en regazo

 

y el azul de tus ojos me trapazan sin piedad,

en ellos nacen mariposas de felicidad

vuelan y se alojan en poema y mi retazo.