Fernando Martínez

Carta a un Viejo Amigo

 

Examinando mi vida te encuentro, viejo amigo,

en tus años de energía y gloria, sonriendo al lado mío.

Sé que ya no ríes solo lloras, te sumerge el vacio

por el adiós de una ilusión, te destruiste conmigo.

 

Te debo una disculpa mi querido compañero

por los fantasmas del pasado, te dejaron frio y ciego.

Pero hoy te invito a cerrar tus ojos y ver más allá del cielo

la propuesta que te traigo, por fin nos traerá consuelo.

 

Solamente un intento, has llorado yo comprendo

pero ella es la indicada, no te miento camarada.

 Si sentir pudieras la belleza en su mirada

sabrías el porqué de este canto suplicante

porque tú y yo, de ella, seremos el más perfecto amante.

 

Te entrego viejo amigo la pasión y el anhelo

en esta fotografía de composición muy extraña

de lo que desconocemos hasta hoy, un feliz suelo.

Pero apresúrate… responde ahora!

puede que ella ya no esté allí para amarla, mañana.