En este día de nuestro aniversario
entre ramas del otoño,
entrando la sabia de invierno
juremos amor eterno,
que ente tormentas
y calma cruzamos,
llegando entre sus ramales
la calma de la madurez
y de la calidez de sus años,
del saber de amor comportarnos,
a veces como niños
entre sus riñas y juegos...
Que como cada 21 de diciembre
al igual que el invierno
en sus horas de frío nos estremece,
entre sus actitudes,
de ilusiones y posibilidades,
de alcanzar tiempos señalados,
de la sabiduría de crecer un nuevo año,
del desdén de la paciencia
y el universo cierzas,
contemplando la luz de oriente,
y creciente de las estrellas,
en reconocimientos del amor verdadero,
que a lo largo de nuestras vidas sentimos...
Autora: Lucia Pastor
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