Me diste el regalo
mas valioso y bello,
la vida misma, y mientras
crecía dentro de tu amor
maternal, sentía que
había venido al mundo
para cumplir una misión.
Tu siempre me diste lo que
necesitaba, y yo nunca
te pedía nada a cambio,
pues eras generosidad
y humanidad en persona,
y gracias a ti, me he
convertido en una verdadera
mujer con convicciones y valores.
Como madre has sido
una de las madres más
especiales del mundo,
y por ende jamás dejaste
de pelear por tus hijos,
y a la vez por una maldita
enfermedad que no merecía
tu padecimiento ni dolor.
Sé que además de mi
apreciada madre, has
sido una gran y verdadera
amiga, siempre tratando
de serme leal y compañera
en todos mis aspectos.
Aunque no te pueda ver,
sabré que siempre estarás
en mi,porque siempre serás
una parte esencial de mi,
la cual nunca morirá, y te
sentiré profundamente en
cada cosa de haga y deje
de hacer, porque sé que
como mi angel de la guarda,
cuidarás de mi ser y espíritu
hasta que Dios decida llevarme
de regreso a tu lado.
Para mi vivirás
eternamente en lo
más profundo de mi
amor verdadero y corazón,
y en el de mis queridos
hermanos, pues en vida
y en muerte, estarás en
cada parte de nuestro
ser, siendo nuestro
angel de la guarda.