¡Cuándo una guitarra canta,
Su boca clama emociones!
Latiendo la pena espanta
y la inunda de canciones.
También de algazara sabe
añadiendo más fervor,
a todo aquel que la alabe
y agradezca su favor.
¡Ella es tierna y amorosa,
sus cantos aroma en flor!
Su bondad es primorosa
cual dócil primer amor.
De silueta dulce y pura
comparable a la mujer,
cuyas curvas dan ternura
a quien ansié su querer.
Si la meces en tus brazos
ten en cuenta a los autores,
recordando en tus abrazos
algunos de los mejores.
Gordos dedos de Segovia
nunca fuese impedimento,
tentando cual fuera novia
a tan notable instrumento.
Atetando a un tal Tarrega
de sus cuerdas fue maestro;
de infante casi un mal ciega,
y creció con ella diestro.
Manos del mago Narciso
se acomodaban como hiedras;
cuando tañía preciso
bailaban hasta las piedras.
Qué deciros de Lucía
dando gusto a la serena,
plagando el mar de alegría
con el tiento a su morena.
Acabando ya su historia
con tus dedos la recuerdas,
dejando perpetua gloria
en la boca de sus cuerdas.
Bien vestida en Palo Santo
incitando a los encuentros,
y sacando con su canto
lo que lleva en sus adentros.
¡Cuándo suena la guitarra
arrebata sensaciones;
inundando con su garra
a penados corazones!
GAVASE
(foto de la red)