Cuando las espinas
nos rasgan la carne.
Brota,mucha sangre
mi sangre ferviente.
Donde el alma nítida
yace,entre,lágrimas.
Por el amor inocente
vestiduras silvestres.
Pétalos,más rebeldes
bellos,ante,la pasión.
Que cálida adormece
susurros,por alguien.
Cuando esas espinas
más,quiebran,fértiles.
Despierta una esencia
amanecer de felicidad.
Cándida,nos estremece
hostigamientos crueles.
Parten,lejos,no vuelven
con suspiros,de alguíen.
Discreto sufre y muere
cierra sus ojos al amor.
Que se va triste,vuelve
como esperanza cálida.
Que cumple el acertijo
la suerte y esas almas.
Mil almas enamoradas
rondan,en este mundo.