Transpira la soledad
sentimientos que aglutina;
muerde, devora, calcina
los resquicios de la edad.
Esquiva felicidad
olvida por ser lejana.
Siente la suerte mundana
de voces que deambulan
como sombras que se anulan
en bostezos de mañana.
Vive al amparo del techo
desnudo de la alborada
con un cartón de almohada
sobre el asfalto del lecho.
El día se vuelve trecho
insoportable y tan frío.
Ya, cuando queda vacío
de la luz que se retira
vuelve a la noche y suspira
en lo eterno del rocío