Pensar que estuvimos allí
Dándonos a rienda suelta
Yo en tu boca de chantilly
Tu en mi viril osamenta.
De la mano caminamos
Por esas calles abiertas
A ratos nos besamos
Y a ratos cruzamos la puerta.
El umbral diría mejor
De los placeres que inquietan
Unas veces al corazón
Otras veces a nuestra impaciencia.
Pensar que estuvimos allí
Bregando ambos en la contienda
Y estando tan cerca de mi
No probé tu mejor merienda.
Siempre que he viajado
A Londres o a París
Lo mismo me ha pasado.
Me olvido del souvenir
Que hay que traerse de vuelta.
Tal vez no insistí demasiado
Creo que me lo perdí.