Detrás de tus suspiros bien armada
en un mundo de seda fina y manta
con eternas ilusiones como espada
defiendes aire confinada como santa.
Y tu hombre afuera de la fortaleza
es una constante lucha en su batalla
es estratega de los pies a la cabeza
afortunado el es y tiene buena talla.
Sabe hábilmente separar la sal del agua.
Y tú mujer, detrás en la ventana de tu casa
no sabes como ver porque eres una santa
notas aguas turbias y no sabes lo que pasa.
Te dice a diario que todo esta muy bien
que no existen aguas turbias en esas marejadas
no hay nada que moje la punta de los pies.
No hay que salir de dudas ni tomar las armas.
Has de saber que no hay constantes luchas
ni son eternas para el hombre las batallas
tiene horas de asueto y abanicos que lo afanan
lo refrescan, lo descansan, lo vacían de sus ganas.
Y como no es hora todavía de estar en casa…
se aprovecha, agarra, a veces casi se atraganta
y al llegar a casa con su santa ya no quiere nada.
Y a ti mujer esa tu espada no te sirve para nada.
Jorge G Sifuentes
7ENE2010