EzeMC

Verano en Buenos Aires

Tan basto es el calor, que en esta tarde
anuncia la llegada del verano.
La brisa ahogada desde temprano,
revela crudo infierno en Buenos Aires.


Azulino, diamante y despejado
el cielo, ha de albergar a un diablo infame.
Conforme a lo que este tirano irradie
vocifera, sufre y siente el humano.


No hay vida que pueda ostentar salvarse
de todos sus vestigios candelarios,
si sobre planta y animal esparce


el fulgor inflamable de sus rayos.
Ya cocido, el infierno en Buenos Aires
¡Al fin la tarde muere! ¡Muere el diablo!