Puedo acostarme con toda la gente del mundo
tomar pulsaciones desde sus pies y palmas
llevar un registro perfecto
de las voces guturales que me dieron la breve calma
Coleccionar recuerdos grisáceos
soñar con un muñeco de mimbre
mezclarlo con orégano y flores
Y nadie sabe bien
Nadie sabe a ron
nadie sabe a café ó a mi dolor
Siempre estuve lejos
Observando alguna fragmentación endeble
de algún rostro extraño
en el sueño de alguien muerto
Tenía un alma de colores
una psique tibia y dolorida
No me gustaban los amores
en mis labios veneno tenía
y había besos sin sabores…
Nadie sabe bien
mi alma repetía
El tequila su portavoz
Risa sin amor
Tenía conversaciones impuras con mis hormonas
Ellas vociferaban escaleras y sombras huecas
Tratando de encontrarse entre sí
De atrapar un cuerpo en el cual descargar
Esa carne y violencia sexual
Veía desnudos, manos creándome
Demonios alados buscando mi salvajismo
Capa tras capa
Tocándome…