La luz envuelve a mi corazón, tan frágil.
Vierte energía en su interior,
obsequiándome una oleada de Amor.
Y alguna mariposa, que revolotea por allí,
me convierte en su aprendiz, y me da la fuerza para seguir.
Una lágrima se cae, y recorre mi mejilla,
me acaricia suavemente, y me deja una huella para siempre,
luego se retira, y otra viene a por mi,
y es que muchas son las que están ahora aquí,
y aún más las que están por venir,
pareciera no tener fin…
Y es tan hermoso, que quisiera que sea así.
Voy fluyendo con la Vida, sin frustrarme ni quejarme,
y ojala fuera tan fácil, pero es una lucha constante.
Quizás nosotros hacemos que sea así,
pero al menos lo intentamos, esperando no sufrir,
aceptando lo que viene, sabiendo que todo nos sucede,
todos nos lo dan, con la finalidad de crecer más.
Sigue el viaje por mi corazón,
y lo siento en mi pecho; ¡es el Amor, es la emoción!
Me inyectan luz rosa en mi interior,
pues disminuye el efecto de la dosis anterior,
pero no me preocupo, pues la mariposa ya llegó,
y ahora mismo me está dando más fortaleza para mi corazón.
La está depositando en una figura verde, un espiral,
que me comunica a través de señales;
siempre que lo desees ven a visitarme,
te daré la fuerza interior, te la llevaras con vos,
y la pondrás en tu interior.
El paseo ya termina, y me encuentro recuperando la razón,
voy volviendo al mundo exterior…
Agradeciendo, siempre se agradece.
Por todo lo que se camina,
a la fuente creadora que nos guía.