Tu mirada exclamo
¡Solo te amo a tí!
Y la mía respondio
mujer solo soy de tí.
Algo se me antojaba
¿Era un beso o una papaya?,
Te di un ardiente beso
y ese momento fue intenso.
Pero el antojo no aflojaba
definitivamente queria una papaya,
tus ojos demostraron sorpresa
y yo los miraba con sutileza.
Exclamaste, ¡Amor, traje tu papaya!
Totalmente sorpresivo grité
¡Ay papaya de celaya!
Y tus cachetes sonroje.
Me dijiste: Me esforzé en cuidarla,
te dije: pues vamos a estrenarla,
mencionaste que la cuidara
y te exprese, pues hay que pelarla.
¡No!, Salio de tus labios
¡Que!, De los míos,
ni que fuera pepino, sonreiste,
por un momento me puse triste.
Vamos a llenar ese hueco, te dije,
¡Si!, a-priori respondiste,
dejame pelar el pepino, me indujiste
y rapido asentí al desvestirte.
Preparando dos frutas
tu el pepino, yo la papaya,
viendo como disfrutabas
al sazonar tu papaya.
Quedando una sabrosa ensalada
con mi pepino y tu papaya,
no dejamos ni una sosobra.
¡Ay que rica ensalada!.
Tu y yo muy satisfechos
nos dimos miles de besos,
hay que repetir estos bellos momentos
hasta el fín de todos los tiempos.
¡Ay que ensalada tán rica!
Te amo mucho mi vida,
yo soy de tí y tu de mí
ahora descorchemos esa sidra.