Claro que no
No esperemos nunca las fiestas
Las fiestas deben estar dentro de nosotros
El amor que sea nuestra misión
La verdad que sea nuestro refugio
La humildad que sea nuestro remedio
El perdón que sea nuestra corona
La comprensión que sea nuestro respirar
La tolerancia que sea nuestro sostén
La bondad que sea nuestra fiel amiga
La misericordia que sea nuestra lectura
La castidad que sea nuestra cama
La devoción que sea nuestro sendero
Los cantos devocionales que sean nuestra danza
La meditación que sea nuestro elixir de vida
De que vale revivir las fiestas externas
Mientras que nuestras fiestas internas están muertas
De que vale pertenecer a cualquier escuela de pensamiento o religión
Si con el dedo criticamos a todos con mucha evolución
De que vale comer pescado y no comer carne en días de fiestas
Si nos hemos olvidado del mandamiento más veras y es, no mataras
De que vale ayunar un mes de seis de la mañana a seis de la tarde
Y cuando vamos a romper el ayuno
Lo hacemos con suculentas comidas llenas de sangre
De que vale seguir a cualquier Maestro
Si no practicamos sus enseñanzas
Vivamos a la altura de las enseñanzas y mandamientos
Si nos teñimos en su divino color
Seremos los hijos de la luz eterna
Y solo así podremos entender su grandeza
Con mi amor de siempre en fiesta
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