amor c.l.s.

No la hagais esperar

El Niño Dios de Belén

con nosotros vuelve a

estar, con su madre -

María, que tan pobre

ya no rstá. Ahora tiene

un palacio que es una

enormidad; aunque no

está muy contenta por

que hay muchos peca-

dores que no lo quieren

habitar. Está siempre de

ventana en ventana miran

do sin descansar y cuando

ve que alguien se acerca lo

abraza no más llegar. Nues-

tra Madre para nosotros tie-

ne un amor sin igual. Los --

brazos de Ella siempre abier-

tos rstán para recibirnos - -

siempre y sobretodo en es-

tas fiestas de Navidad. No

la hagais esperar.