Cuando sólo sea un recuerdo
y las noches no me canten.
Cuando sea más polvo en el polvo,
y con el polvo me lleve el viento.
Cuando a mis ojos la luz no los llene,
ni las lágrimas los mojen,
sólo pido que no me olviden.
Cuando en las tardes ya no pasee más
por las calles, o en los parques,
ni lleve más maiz a las aves.
Cuando lo único que quede de mi
sean recuerdos
y, talvez, papel y tinta,
sólo les pido: no me olviden.
Pero si en algún momento, alguien,
por algún motivo, olvida recordarme,
no estaré molesto. Sólo pido
que recuerde no volver a olvidarme.
Y así, cuando las nubes carguen,
en su espuma, con mi alma,
y la tierra y yo seamos uno mismo.
Cuando lo más vivo en mi sean las
letras y el papel que bañan.
Cuando ni el sol me quite el frío,
y sólo sea un recuerdo de lo que fue.
Les pido por todo lo vivido,
no me olviden. que no los olvidaré.