Si pudiese proteger tus pequeños pies descalzos!
No dejarte tropezar con la mas mínima de las rocas que encuentres en tu camino...
Cómo deseo nunca dejar de escuchar, al amanecer, tu risa inocente,
continuar cepillando tus suaves hilos de oro...
Seguir siendo, ante tu hambrienta curiosidad, quien más conoce
en tu pequeño mundo absurdo.
...Mi pequeña ángel!...
Siempre protegeré tus frágiles alas,
siempre conservaré la dulce y cálida sensación
de tus pequeñas manos en las mías.
Siempre serás la princesa que surgió entre las raíces
de este oscuro vientre y habitará este cansado corazón!