Crisol de mùsculos que se acerca,
y me congela la mirada,
reconfigura la imagen,
su simbiosis lo alerta y el margen
de mi siesta asesina lo deja.
Rizos de manos reverberan,
pierden su emblema al tacto,
mi piel los busca, ellos se alejan,
el humor de mi gesto usurpa el acto,
pero se pierden en mis piernas.
El ronroneo en mi cuello,
y las uñitas a destiempo,
clavan apenas su pedido,
pierdo un sueño pervertido,
para saciar a mi felino!