Ya no estarán nuestras risas escalando el viento,
juntas, desde una plaza, rumbo al cielo...
ni navegarán tus ojos en los míos
mientras cruzamos en la lancha,
hacia la Argentina, el río...
Ya no estarás conmigo... ni yo a tu lado, enamorándote,
y no nos sirve que continuemos siendo amigos,
se marchitan las rosas que no compro...
se pierden los versos que no escribo...
Buscarás, a veces, emoción en los recuerdos,
yo miraré tus fotos, por momentos...
tú lamentarás el haber sido cobarde...
yo lamentaré no haber luchado aún más tiempo.
Y se irá desdibujando este amor
que fue tan grande y todavía siento,
lo olvidaremos en alguna tarde o noche
por la esperanza de uno nuevo... un nuevo sueño.
Pero El Creador... el que lo hizo todo,
ese Gran Dios al que tú rogaste
por un hombre bueno que te hiciera versos,
estoy seguro... ¡no estará contento!