Junto al muelle
los viejos barcos aguardan
que les llegue el desguace,
como si se tratara
de un despenamiento.
El agua aceitosa trae
monótonamente a golpearse contra la herrumbre
un mar de botellas de plástico
y otras basuras flotantes.
Anochece
sobre la bahía.
Mañana
tendré de nuevo las fuerzas
para hacerme a la mar.
Pasado mañana,
no sé.