Tinta de Sangre

Escribirte

Escribirte una carta

con los ojos cerrados,

así como una roca que no

logra abrirse en flor,

o como el azul que del aire

es rescatado por un poema,

o como esa mano que perdura

siempre donde la miseria,

así la entrega de este silencio profundo,

de esta caricia en el muro,

de estos cuerpos sin palabras.

 

Sueño con bordes,

con bordes que van desde un cristal hacia tu rostro,

que huyen despacio,

con sueños que en un soplo son la armonía,

la entrega de una coraza ingrávida,

la envoltura desnuda de los besos y las ansias,

y mis ojos cerrados que te piensan,

no a ti sino contigo,

buscándote encendida, fugitiva,

serena por menudos amores,

que los hay permitidos, que los hay prohibidos.

 

Sin palabras,

así le permito a mi boca nombrarte,

y encontrar el eco de los rumores

de la lluvia y de la intimidad,

como esa carta que hace años oyes a solas,

cuando toca la hora del reposo,

cuando afuera todo es fuerza y conquista, pero sola,

con una verdad solitaria y transparente,

con ese siempre inmenso de oscuridad y abrazo,

hombre y deseo y un cuidado TE AMO.

 

Escribirte,

con tinta púrpura de anhelos,

con versos que sepan a súbito otoño,

como un retoño seduciendo a la vida,

como un libro vencedor y amante y exaltado y pasajero,

sin palabras, como me gusta y suelo hacerlo,

mirándote confiado, ininterrumpido,

saciándome en suspiros los labios,

tranquilo, como una estrella que simplemente cae,

poeta, nacido de tu placer, rebelde, adonde no llega la realidad.

 

Con los ojos cerrados,

como estos cuerpos,

así el azar de extenderme y encontrarte,

así los vastos jardines alas en mi pecho,

así, sin más horizonte que tus ojos, escribirte,

donde no sean necesarios los nombres,

donde sin saberlo seamos allá y acá al mismo tiempo.

 

Escribirte un carta,

dejando los instantes libres como hojas que desertan.

 

T de S

MRGC

Namaste