No camines conmigo en este valle de sombras, no tomes mis manos que te deshonran
No busques consuelo en mí pues no lo tengo, el pasado me condena y mi vida es un infierno
¡Que infierno más funesto me he creado, con los años! no te supere nunca a tu maldad, ni a tus engaños
Por qué no tomaste mi vida, hubiera sido un acierto, pero el miedo y la tortura, se apoderaron de mi cuerpo.
En el cual tú escupiste hasta el más horrible sueño, sueños de tortura ganas de vengarte
Y me dejaste vivir para humillarme; humillada me encuentro, en este terrible mundo. Lo que tu
Me hiciese no tiene remedio, me llevaste hasta lo más bajo, como puedo reponerlo.
Así pasaron los años, y todavía me acuerdo de tus malditas manos profanando mi cuerpo
¡Eras una niña! maldito, pero no te importo eso, solo querías calmar tus pasiones y tus perversos pensamientos
Después fueron tres o fueron cuatro que mi cuerpo profanaron, y me quede paralizada y no luche por mi muerte.
Ahora muerte obscura dame tu mano clemente, llévame de las penumbras donde nadie pueda verme
No puedo seguir luchando, si es que tuviera un niño en mi vientre, no pensaría n más nada y optaría por mi muerte
Eso te haría más fuerte, tengo miedo d conocerte verdaderamente, porque antes de partir
Sufriría los dolores de tenerte.
No me importa si me duermo y al abrir mis ojos, despierto en otro infierno, del cual no puedo esconderme
Porque sería el fin de mi vida, en un nido de serpientes. Si yo me quito la vida dios no podrá defenderme
Porque es un pecado no podría ni conocerte, dios porque me haces esto, ¡de esto si soy inocente!
Solo te pido me abraces tomes mi alma y te la lleves, que aquí no habrá nadie quien llore mi muerte.
Quizás un mes o dos, pero no para siempre, solo dirían se ha ido la que fue profanada, tres o cuatro veces.