Ávila, 10 de Octubre de 2004
Que afable es dormir contigo,
tu cuerpo desnudo y el mío,
embebidos en un abrazo,
como si fuéramos agua;
calados y unidos,
solos hacia un destino.
Y miro, veo y admiro
la belleza de tu ombligo,
horrorosamente bello,
¡mis belfos sobre el infinito¡
de tus labios tan queridos,
de tu rostro sagrado,
el cual, cada día más amo.
Y acaricio tu fogosa piel,
suave y dulce como la miel,
que saboreo con mis manos;
“con mis dedos, te estoy acariciando”.
Y duermes como la mar
unas veces tranquila
y otras sin poder parar,
y por eso amo y quiero
“Dormir Contigo”
Wicttor
Por cada momento vivido.
Por cada soplo que he respirado
Aquellas maravillosas noches contigo
Aquellos días a tu lado.