oesilver

Reflexión en prosa.

Cada persona que habita este mundo tiene un historia, algunas cuentan esas historias llenas de recuerdos bonitos que cambian el mal clima de los días.

A veces nos preocupamos por pequeñeces descuidando lo que se ama y cuando se ve perdido jugamos a recogerlo, a valorarlo, como si se pudiera curar a una flor después de cortarla.

Es una quimera terminar bien cuando dos corazones se dicen adiós y para elogiar lo ocurrido gozamos al revivir recordando.

Los recuerdos son como la espuma del mar, van y vienen con las olas, se diluyen en el vasto mar de la vida y regresan a la superficie moldeando una tempestad o una calma. 
¡Qué ilógico es imaginar el mar sin olas y sin espuma!

Es ilógico vivir la vida olvidando y más ilógico es vivir la vida recordando. ¡Sigue tu cause! Es lo que la montaña desea y grita al río después de verlo nacer. Verlo partir le causa nostalgia, pero en el fondo hará a ambos felices.

 

O.E.C.A.