Diogo Correa

Tango navaja

TANGO NAVAJA

Cállense profanos. Un tango se escucha.

É una triste madrugada de abandono,

En la calle oscura de cabarés y putas

 

Al tango hecho réquiem compasado,

Lléguense borrachos y vagabundos,

A un gigoló que  en la esquina fue cortado.

 

Corta al tango el bailarín navaja.

Baila “la percanta” en su vestido mortaja.