Cuando hoy te vayas, que te queda poco,
llévate lo malo sin pensarlo mucho;
tal vez muy cansado dando pasos lentos,
pero carga todo llévalo en tus hombros.
Sabes que tuviste tu tiempo, fuese malo o bueno,
pero mañana otro llegará a ocupar tu puesto;
no dejes nada malo de lo tuyo y si acaso un buen consejo,
díselo temprano y pueda entenderlo.
Tan pronto den las doce, tú te marcharás,
un tanto barbudo, un poco deshecho;
con un garrote en tus manos y un viejo sombrero,
con zapatos rotos y muy harapiento.
Como todo se recuerda en esta vida, en muchas mentes estarás,
de los que fuiste su amigo hoy te llorarán;
pero aquellos a quienes diste tu espalda te maldecirán,
sin querer ver el almanaque que dejas maltrecho.
Yo un favor te pido, y es que si de algo te arrepientes,
pídele a mi Dios que ayude al que viene, a tu viejo asiento;
dile que se lo cambie por uno muy nuevo,
y brinda por él y que traiga, mucha paz divina, para el mundo entero.
Copyright \"©\" Derechos Reservados 2013
José Miguel (chemiguel) Pérez Amézquita