Dios mío, con esta plegaria te suplico
que me concedas la Verdadera Vida,
no más ilusiones falsas y mentiras.
Envíame a mi Ángel de la Guarda,
para que me acune en sus Alas,
pueda dormir y despertar mañana,
con una nueva esperanza.
Protégeme de los que me juzgan mal
y proyectan en mí su maldad.
Nunca les hice mal
y me lo han hecho pagar,
como si hubiera sido verdad.
Ponme al abrigo
de sus malsanos juicios,
protégeme de sus malas intenciones,
de sus críticas y acusaciones.
Sálvame del error
y dame la recta percepción,
haz de mi mente un lago
de aguas serenas,
reflejando Tu Paz dichosa y eterna.
Nada tiene para mi más valor
que la fe en Tu Divino Amor,
ten compasión de mi herido corazón,
necesito beber
en la Fuente de Tu Espíritu,
Tú y yo siempre fundidos y unidos.
Cuida de mi vida, dame fe y confianza,
para poder oír Tus Palabras,
Tu Querida Voz Amada.
Tú mi único amigo, mi mejor médico,
mi sola esperanza y consuelo,
en tus Manos Divinas me entrego.