Aquí estoy…
bajo el azul turquesa del espacio,
bajo el cielo resplandeciente
iluminado por los astros de la noche,
rodeado de la brisa frágil y fría,
sumergido en las notas de las hojas
danzando en las ramas con su arrullo,
aquí, silencioso, escribiendo los versos más dulces.
Aquí estoy…
anidado en pasión y desvelo,
esperando a mi bella dulcinea
que destila fragancias rosales.
Bajo el sediento silencio del aire,
merodeando los lirios apuestos
en velada y romántica escena,
tomando tus brazos como enredaderas,
inerte y sin aliento, pasmados mis ojos
parece que el brillo sumerge a la mirada,
tomo tus labios en besos de seda.
Entre aromas de orquídeas de lila,
elevo el suspiro que toca tu cuello;
remanso eterno en esta alborada.
Aquí estoy…
en el confín de las cimas; tocando las nubes,
nubes de algodón para vendar tus heridas.
Aquí estoy…
al final del umbral de los mares
navegando en tus encantos de princesa.
Aquí… bajo el naciente de otoño
postrados mis pies en las algas,
bajo el techo espeso de los arboles
y las tímidas gotas de lluvia
cristalizadas en tus tiernas mejillas;
desvanezco el miedo, te declaro mi amor.