Porque solo pediría tu vida, Y con ello cambiaría la piel que se te desnuda, Por un placer de besos inconfesos. Te pediría la caricia perdurable Que descostille este corazón equivocado Y en su lugar, sin pretenderlo, colocases un avispero Con el sigilo candente y siempre penetrante de tus besos Te pediría la mano, para cultivarla Entre mis músculos y tendones más débiles Y ver brotar de sus dedos distraídos El rosal perfumado que me alimente de caricias Placer infinito, indescriptible Pediría el invierno atrasado Que en tus mejillas cálidas, amainan sonrojadas El verde incontestable, Que el musgo marino sobre tus ojos destiñe Socavaría mi sed de hallarla en tu estómago Escucharía su eco al reposar sobre tu ombligo Le daría mi lengua de comer a los perros De no saber un día decir, cuanto te quiero!! Yo solo te pediría la vida Te la estoy pidiendo