Una lágrima de plata
brotaba de sus pupilas,
pero ella la escondía
para no causar tristeza.
Una lágrima que súbito
aparecía sin darse cuenta,
a veces era de alegría
otras de pena intensa.
Una lágrima de emoción
al recordar su pasado.
Hay historias de las gentes
que impresionan y entristecen,
cada cual lleva su cruz,
la vida exige ser muy valiente.
Hay que vivir alegres
y valorar lo que tienes,
muchos hay que nada poseen
y cuando los ves
siempre sonríen.
Sus ojos claros y grandes,
su cara resplandeciente
cuando salen por la tele,
son un ejemplo excelente
y con ella nos reconocen,
nuestras donaciones.
Entre injusticias y miserias
son una luz para el mundo.
Muchos países ayudan
y ellos con poco cosa
disfrutan y se conforman.