Por cuanto tiempo esperaba la sombra de mi espacio día a día antes de que tu pisaras con vacío todo el cansancio que perduró en la paciencia de mi mirada; desde mucho antes que volvieras tus sueños a mis despertares, con todo el crepúsculo resbalando entre mis dedos, estuve regalando lagrimas a cada uno de tus sufrimientos, risas a todas tus dichas y hasta amor a todos tus desengaños; desde entonces no hubo un solo hilo amarrando el tiempo ante la sombra que se escurría bajo la puerta rota, por un golpe de verdades en tu vida y la mía, por el correr del tiempo y por la dureza del destino… Quizás te resultaba incomodo imaginarte una espada de verdad señalando mi hombro para doblegarme ante ti, posiblemente no existió una oportunidad que regalara un poco de vida a mi esperanza, tal vez nunca quisiste enamorarte de mi así como aún te amo yo; sin embargo desde un sitio alejado de tu piel, hasta hoy pude sentirme tan cerca, pude acariciar tu respiro y lo más grande, pude mirarte por ultima vez… Hasta hoy ningún semejante supo cuanto se puede amar antes de decir adiós, antes de sostener costales de nostalgia por no sentir laureles de derrota a cuestas y por no perder mi sombra del todo; es lo único que me queda después de mi paso por tu vida que nunca supo si yo existía, si yo vivía por ella, solo por vete desnuda de pecados cuando el atardecer se deslizaba por tu cuerpo , solo por tocarte a la distancia sintiendo el aroma de tu piel, solo para que desearas un ultimo aliento que terminara con este dolor, que día a día me ayuda a morir y me ayuda a olvidarte por completo, siempre que exista mi vida… Te amé con locura, te idolatre sin destierros y hasta este último sentir sigue siendo así, desde el primer momento en que te marcaste con fúrica fuerza en mi pecho, como desde el único instante en que creí que mi vida pudo ser tuya, como lo es mi corazón, que sin que sientas sus pálpitos, día a día llora regalándole lagrimas a cada uno de tus pasos cuando los veo alejarse de mi…
Te amo.