Fue un romance arrollador, nuestros cuerpos sin pudor se entregaron hasta la última gota de pasión abrumadora, los cielos y suelos por nuestro amor vibraron en incontenibles deseos de ternura carnal... Nada en el mundo había que nos pudiera igualar... pero, un oscuro atardecer de otoño eterno... Algo terrible había acontecido... Hórrida tragedia ha azotado, de los planos terrenales te has esfumado, el iracundo mar te ha tragado y en su inmensidad tu cuerpo ha naufragado... alaridos de dolor tus postreros epitafios fueron, tus pulmones de sal y algas se inundaron... Oh, mi calma no encuentra coherencia, no hay sosiego por tu delirante ausencia... a los angeles rezaré... a resignarme deberé... Mi amor.. algún día de nuevo te veré... Un baño de tina he de tomar, así mis ansias calmaré... Sumergida en las burbujas estoy... Oh... pero, ¿qué está sucediendo en este momento? Vibra la delicada espuma navegando en la cálida agua de mi aposento... siento.. siento que algo... alguien me penetra, muy dentro en mis pupilas, comenzando a derramar líquidos tibios que a mi vista enturbia... al en mis oídos el agua entrar, en efecto caracola, sólo escucho la ensordecedora bravura del mar...oh, en labios abiertos, gran bocanada de agua perfumada mis pulmones llena, con su inevitable efecto de asfixia y pena... Olas de indescriptible marea en tina me abrazan en esfuerzos que asesinan, siento un gran jadeo y jaloneo hacia el finito fondo, mi cuerpo sin control, voluntad o movimiento... polaroids de mi vida y queridos seres míos en mente aparecen en carrusel fotográfico... veo a mi madre, abuelitas en sonrisa afable... tantos amados que ni siquiera pude recordarlos... y tú... tú al final de la luz te encontrabas con el ángel de bata blanca... Pero... ¿qué hago aquí? Si yo sólo relajarme quería, purificar todas las angustias mías... Encontrar un solaz de paz en el hueco de mi corazón en duelo... Tenía planes y tantos planos que escribir en las páginas inéditas de mis calendarios...
Copyright© 2013 Rocío Vega-Ponce