La tierra está llena de teólogos,
tantos y tan diversos
como ideas tiene el hombre respecto a DIOS y al cosmos,
a la vida y la existencia.
Ya no hacen falta teólogos.
Se solicitan con urgencia,
personas sencillas,
de habla sencilla, y sabio decir.
Comprensivas, que no se sientan
tan cerca de Los Cielos,
como para olvidarse que en su condición humana,
solo son otro vaso de barro en las manos del Alfarero.
Que tengan amor en su corazón para su prójimo,
a grado tal que sean misericordiosos con todos,
aun para consigo mismos.
La tierra está llena de profetas,
seculares y de diversos cleros,
y profesiones y credos.
Los hay que hablan en nombre de la tierra
y auguran un desastre ecológico
sin proporción ni retorno.
Los hay farsantes y agoreros,
poseídos de un espíritu de Pitón,
que se hacen pasar por maestros en el arte
de conocer a DIOS.
Que roban, que extorsionan, que defraudan,
que provocan angustia en sus oyentes,
o que les ceban en las concupiscencias tan propias
de la naturaleza humana,
y son como la Legión de demonios
que pidieron al Mesías, les permitiera
entrar en los cerdos para arrojarlos por el desfiladero.
Se necesitan con urgencia,
hombres de recto corazón y caminar recto,
que sean el Shofar que llame a alerta si hay peligro,
y no profanen con sus bocas
el Nombre del Eterno.
La tierra está sembrada de bellos edificios,
de imponentes catedrales,
de suntuosos palacios donde despachan sus negocios
los nuevos mercaderes de la religión,
los pastores asueldo,
los obispos que visten sus grosuras debajo de la piel.
Ya no hacen falta edificios.
Se solicitan piedras no talladas por la mano del hombre,
que no nieguen ni desechen la Piedra Angular del edificio,
que no se confíen de tener a Avraham por padre,
Abraham: padre exaltado, tipo del Mesías,
quien es el Padre de los que se denominan cristianos,
y le llaman Señor,
pero cuyos corazones lejos están de Él,
y sus ojos no le ven porque no le conocen.
Y en verdad les digo, que YHVH levantará hijos a Avraham
de las piedras no labradas.
Y que los altares se levantan
con piedras sin tallar, y sin escaleras para ascender.
La tierra está llena de miedo,
de muerte, de miseria, de hambre,
de sed de justicia, de esclavitud,
de lujuria y comercio sexual,
de ignorancia, de palabras insulsas,
de indolencia, de pecadores.
¿Y los hombres de Dios?
¡Bien!, gracias…
Se busca con urgencia
quién vaya a los que están
en condición de esclavos,
y predique la Verdad,
quién ame a su Dio-s,
y siga a su Se-ñor.
Requisitos: haber sido esclavo,
perdonado, comprado,
con disponibilidad de corazón y horario.
Con alto sentido de responsabilidad
en gratitud a las misericordias de YHVH.
Sin pretensiones.