Con Dios como testigo te digo que prometo amarte hasta la eternidad, que me dedicaré a buscar tu felicidad, que la mujer más importante para mí tú lo serás, tú lo serás.
Bajo los ojos del cielo te prometo que este amor será inmenso e intenso, y la luna será cómplice en nuestras noches, único testigo de nuestro derroche amor.
Será el mar el lugar ideal para ahogar el pasado, tomarnos de la mano y jurarnos por siempre amarnos, y te prometo que yo sin reservas te entregaré mi amor.
Y cumpliré todos tus antojos si me los pides con esos ojos, a los que no sé decirles que no, a los que no sé negarles mi amor.