Desearía poder aplacar nuestro nexo
y quebrantar todo lo demás,
luego arrojarme en vanidad
y descansar en tus huesos.
Lentamente ahogarme en armonía,
refutar la tontería y la soledad.
En ambigüedad del silencio ,
tú encerraras mi polifonía.
Sosegaras mi codicia.
Eventualmente pienso en ti,
Y en deformar mi razón.
Ya he llegado tan lejos,
peces bermellón resguardo en mi ego.
Personifico la pulsión transitoria,
oculta en la ambición de un necrófago por la muerte
Quisiera tener dominio
de todo lo próximo a tus caderas,
encenagarme en tus hemisferios,
encontrar camino en tu mar de sal
y de nuevo peregrinar bajo sombra de tu cabello.
Extraviarme en ti
hasta donde la madrugada se asoma.
Pero te quiero lejos de mí,
lejos de mi inerte lodazal
donde los crucifijos de mi habitación,
suspendidos y volteados,
hora tras hora me desconciertan del pasado.
Porque tú eres ceguera en ojos lúcidos
Amor, tú eres génesis de la idolatría.
Y yo soy aspirante a ególatra,
contigo soy solo plata.