Es melancólico y bello.
Eso me recuerda a una persona,
un hombre con pocas cualidades a la vista,
con muchas por descubrir.
Le amo de manera instintiva,
no hay otra forma.
Lo anhelo en pensamientos
así es como lo conozco.
Me envicio de su presencia,
es necesario.
Por sus labios me lamento,
por sus ojos me desvivo,
en sus brazos me estrecho
sin importar que me diga
que nunca será mío.