Tantas veces me despierta como hoy el frio perfume
del amanecer viajero que retorna lentamente generoso,
como hoy también me abraza y me entretiene con su alba
que susurra a mi tez granos apagados de su fruto brillante.
Tantas veces toca mi frente con su humilde sabor a hierba,
tantas como hoy, abre mis ojos para comprobar mi vida
que en vez de ser opaca, es intensa y disuelve la niebla
en un enunciado de mi respiración profunda siempre ajena.
Este amanecer como tantas veces, me ha regalado paz
tantas veces me despierta cuando cantando cosecha el día
con su mano de luna, sobre un llano de mi almohada fértil.
Tantas veces aparece entre la niebla y el frio: el pensamiento,
como alimento predilecto, para el hambre de estar despierto.
Pero tantas veces, como hoy; ella, mi primer pensamiento.
Elio Alves
Managua, Nicaragua